martes, 29 de enero de 2008

... y también opino sobre el periodismo ciudadano

... cuya explosión me parece, en parte, la evolución lógica de los avances aportados por las nuevas tecnologías. Las nuevas herramientas de la web 2.0 han puesto a disposición de todos (de todos los que tenemos acceso a ellas, una minoría, no lo olvidemos) unos poderosos sistemas de comunicación. Una vez se dispone de voz, la gente la utiliza.

Estoy de acuerdo con Dan Gillmor (padre del término) cuando dice que el periodismo ciudadano cubre “temas nicho”, aquellos que los medios tradicionales no sólo no cubren, sino que ignoran (en ocasiones, demasiado interesadamente, añado). Sin duda, se trata de un fenómeno que acercará la auténtica realidad a quienes en el fondo la construyen. Los medios tradicionales han convertido en única realidad existente la de lo macro, mientras la vida transcurre en lo micro: en el barrio, en la ciudad. A veces tenemos un mayor conocimiento de lo que sucede a miles de kilómetros de distancia que de lo que ocurre dos pisos más abajo. El periodismo ciudadano (sin mitificar, claro, y con sus carencias) permitirá que el mundo local sea redescubierto.

También me parecen interesantes algunos de los planteamientos de Vlado Mirosevic, director del Morrocotudo, especialmente la idea de considerar al diario que dirige “un espacio de articulación y aprendizaje…, un espacio de gobernabilidad en el sentido de que las conversaciones y las políticas públicas nacen de la ciudadanía”.

Creo que la fórmula de este tipo de periodismo sólo tiene sentido si se plantea propósitos como los que cita: “educativos, ciudadanos y sociales”. Buscar la implicación de la gente es la mejor manera de que la sociedad se responsabilice, se involucre y actúe en los asuntos de la vida ciudadana. Y, me parece, aquí puede radicar el éxito de este tipo de proyectos, en los que, como Mirosevic indica, lo que se ofrece no es objetividad (tampoco la hay en la prensa tradicional, sigo añadiendo, ni en nada de lo que hagan sujetos), sino que “prometemos lo diametralmente opuesto: mirada ciudadana y experiencia vivencial“.

Pues me parece muy bien, sí señor.

1 comentario:

Ma®ía Pastora dijo...

Gillmor usa un término muy adecuado: el periodismo ciudadano es "saludable".

A mí también me parece en extremo bien :)

¡Saludos!