martes, 29 de enero de 2008

Sobre la prensa gratuita opino que...

... no tengo ninguna duda en que en el futuro más cercano acabará sustituyendo a la tradicional en cuanto a volumen de lectores. Eso no significa que piense que esta última vaya a desaparecer. Pero sí soy de la opinión de que los periódicos, como medio predominante de información impresa, van a experimentar muchos cambios, y van a tener que reconvertirse y reinventarse si quieren conservar cierta posición en el mercado.

En este sentido, me gustaría aportar algunas reflexiones al debate, haciendo énfasis en lo que (a mi modo de ver) es la auténtica clave del éxito de la prensa gratuita y parte del agotamiento de la fórmula de la tradicional. No voy a entrar a discutir cuestiones de calidad informativa de uno y otro medio. La calidad de la información (o su ausencia) puede estar presente en cualquier medio, sea gratuito o de pago. En todo caso, lo que las diferencia es la cantidad de información que contienen, pero esto no creo que se deba a una cuestión de planteamiento (“como hacemos prensa gratuita no vamos a preocuparnos de la calidad que ofrecemos”), sino a que los objetivos a cubrir son bien diferentes en ambos casos.

Dicho esto, algunas preguntas:

1. ¿Cuántas personas disponen del tiempo suficiente para leer un diario completo cada día, de las dos o tres horas que se necesitan para hacerlo? Pensando en la mayoría de la población, ¿existe hoy día capacidad para dedicarse a la lectura en profundidad de un periódico?

2. Al hilo de lo anterior, y teniendo en cuenta la multiplicidad de fuentes y vías para estar informados, ¿tiene realmente sentido comprar un diario para estar al tanto de lo que sucede?

3. Aunque existe una manifiesta falta de tiempo generalizada, también existen, sin embargo, numerosos momentos “muertos” esparcidos a lo largo del día. Uno de los más representativos de todos es el que se dedica a los desplazamientos por motivos laborales. Períodos breves en los que poca cosa puede hacerse. Un tiempo casi “vacío” en el que la prensa gratuita ha sabido encontrar su nicho de mercado: te pongo en las manos un diario, cómodo de leer, que te va a permitir estar ligeramente informado, que no te va a costar un duro y con una extensión ideal para digerir la variedad de contenidos que te vamos a ofrecer".

Ante este panorama, ¿cuál es el camino más razonable para la prensa tradicional? Por un lado, la combinación de medio impreso y digital puede parecer, a primera vista, una de las opciones más razonables. Aunque tengo mis dudas al respecto. Tal y como lo veo, ésta será la vía dentro de unos años, cuando exista un uso y un conocimiento mayoritarios de internet y sus herramientas. Actualmente, sin embargo, creo que esas posibilidades se reducen a un segmento reducido de población, mucho menor del que actualmente lee diarios. En otras palabras: del total de lectores de diarios, no creo que, a día de hoy, llegue a la mitad los que están en disposición de combinar la edición impresa con la digital.

Creo, más bien, que una posible reinvención de los diarios actuales pasa, por un lado, por la reducción de su periodicidad. La transformación en semanarios permitiría ofrecer reportajes, crónicas y otro tipo de informaciones alejadas de la habitual fecha de caducidad actual de las noticias, cuyo conocimiento ya se da a través de otros medios. Por otro lado, soy también de la opinión de que se producirá un intercambio de papeles entre versión impresa y digital. Aunque a priori pueda parecer que las versiones digitales actuarán como complemento de las impresas, tiendo a pensar que más bien sucederá al contrario: el ámbito digital, al ser más dinámico y cambiante, pasará a tener ese carácter “obsoleto” que hoy día otorgamos a la edición impresa. Y será ésta la que, complementando a la digital, ofrecerá mayor profundidad en la información, artículos y reportajes, conservando el valor añadido de la comodidad que ofrece la lectura en formato papel, en el lugar que se desee y en el momento que se elija para ello.

Así, y jugando a los pronósticos gratuitos, mi quiniela es que lo que veremos en un futuro será el paso de la lectura de diarios a la lectura de semanarios, más económicos de adquirir, por otro lado, que una revista.

¿Y las revistas, entonces? Eso es harina de otro costal cuya opinión me reservo para otro “ladrillo”.

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